XX OLIMPIADA IBEROAMERICANA DE MATEMÁTICAS
La calidad de la educación es excelente cuando abre el panorama de desarrollo personal y ofrece a cada joven la oportunidad de realizarse plenamente para poder satisfacer no sólo sus necesidades sino también sus intereses mas preciados y sus sueños. Las ciencias ofrecen un medio de comprender el mundo, de ejercer la creatividad, la imaginación, el ingenio, la intuición y la lógica.
¿Cúal es el papel de la Olimpiadas?
Las Olimpiadas muestran un mundo mas allá de las limitadas pretensiones de áridos ejercicios repetitivos. Cada buen problema abre la puerta al estudiante para razonar, investigar, conjeturar, comprobar y demostrar.
Los problemas memorables, cuidadosamente seleccionados para los concursos, tienen un enorme impacto sobre la evolución intelectual de cada estudiante y exigen una adecuada preparación académica para manejarse con esa rica y explosiva combinación de satisfacción y frustración que impulsa a cada uno a hacer su mejor esfuerzo.
Las Olimpiadas ofrecen oportunidades para lograr esa preparación adecuada: asesoría, publicaciones y otros materiales para alimentar cursos regulares y actividades de clubes científicos en cada colegio. Ofrecen además problemas de variados niveles y tematicas que apelan a diferentes aptitudes; hay una experiencia olímpica apropiada para cada estudiante o grupo.
Historia
En cada uno de los últimos cinco años, más de 100.000 estudiantes han tomado parte en las Olimpiadas científicas en Colombia. En Matemáticas, las Olimpiadas se dirigen a estudiantes desde tercer grado de primaria hasta último semestre universitario, mientras que en física y Computación se cubre la totalidad de la enseñanza secundaria. Son programas auspiciados por la Universidad Antonio Nariño de gran proyección académica y que llegan a todas las regiones de Colombia. Son proyectos de gran envergadura que han llevado a estudiantes colombianos, no solo a vivir la internacionalización sino a triunfar en competencias internacionales. Como toda empresa exitosa, esta organización de concursos en solución de problemas originales, creativos y retadores nació de una idea clave y comenzó con una experiencia pequeña, pero se concibió desde el principio en términos de la comunidad global. En 1980 el entonces rector de la Universidad Antonio Nariño viajó a una reunión mundial de educadores matemáticos en la Universidad de Berkeley (California) con la expresa intención de conseguir una invitación para que Colombia participara en la Olimpiada Internacional de Matemáticas que se llevaría a cabo en Washington en 1981. Cuando llegó la invitación oficial en febrero de 1981, cuatro personas de las Universidades Antonio Nariño y Nacional pusieron en marcha este programa cuyo impacto puede resumirse en la creación de toda una nueva generación de científicos colombianos de talla mundial.